jueves, 3 de abril de 2008

"Más que periodista soy un científico social"

JAIME DE ALTHAUS

En colaboración con Telmo Quiroz


Con casi 25 años en el periodismo ha sabido ganarse a pulso un lugar dentro de los medios de comunicación. En «La hora N» analiza las noticias para llegar a la verdad de los hechos


Mirada potente, ojos profundos y una expresión marcada de siempre querer saber la verdad. Pese a que faltan menos de dos horas para que su programa «La hora N» salga al aire y aún no termine de prepararlo, accede gentilmente a la entrevista sin escatimar en el tiempo. Así es como Jaime de Althaus cuenta algunos detalles de su trayectoria.

Con un gesto que aclara lo difícil que le es recordar las décadas de los sesenta y setenta, narra que por aquellos años la juventud vivía preocupada por los problemas del país y del mundo. Algunos se expresaron por medio de las artes, otros, como él, buscaban utilizar sus ideas para hallar soluciones. Por ello decidió estudiar antropología.

Más adelante, a mediados de los ochenta, De Althaus tuvo su primer encuentro con el periodismo. Escribió un artículo de opinión y decidió enviarlo a su amigo, el entonces director del diario Expreso, Manuel Ulloa. «Me llamaron diciéndome que la nota era buena y me dijeron que haga una más, me sorprendí mucho. Posteriormente me pidieron que escriba todos los domingos», dice.

En la televisión
Tiempo después llegó a ocupar el cargo de subdirector del diario, pero por asares del destino y gracias a algunas conversaciones con el presidente de Cable Mágico ingresó a la televisión. En este medio estuvo al frente de un espacio de corte político en el entonces canal 10, denominado CCN (Cable Canal de Noticias).

Al cabo de una temporada, sale del programa e integra el equipo de Canal N. Tiene a su cargo la dirección y conducción de «La hora N»: «Es un programa de análisis sobre temas políticos, económicos y culturales. Los invitados son los protagonistas de la noticia o especialistas que debaten acerca de los sucesos del día», refiere.

De Althaus también dedica gran parte de su tiempo a la investigación. Ha publicado cuatro libros y su última entrega es «La revolución capitalista en el Perú», obra que trata sobre los cambios institucionales en el Perú desde la década de los noventa.

Un día de rutina
A pesar de que «La hora N» se transmite en la noche, el periodista se levanta diariamente a las siete y treinta de la mañana para empezar su jornada de trabajo. Desde muy temprano se empapa de todas las noticias del día. Lee al menos cinco periódicos, pues de ellos obtiene los temas e invitados para su espacio.

Durante el día, además, trabaja en sus investigaciones y escribe textos que serán publicados en sus próximos libros.

En medio de sus actividades se percata que el reloj apunta las cinco de la tarde, hora que se dirige al canal para encontrase con sus asistentes y ultimar los detalles del programa.

Al llegar a las oficinas de Canal N, la adrenalina se respira en todo el ambiente, enseguida levanta sus ansias de trabajo con una taza de café, ordena las últimas informaciones que le han llegado, las analiza y corrobora nuevos datos, después de esta rutina está listo para su presentación televisiva.

Sobre el periodismo actual
Al momento de preguntársele acerca de los futuros comunicadores, el experimentado periodista refiere que «deben tener vocación, pasión por conocer la verdad. Cuestionarse sobre cuál es el mensaje, cuál es la naturaleza y la elección de los hechos. No puedes aceptar la verdad, sino ir más allá».

Asimismo agrega que «el joven que desea dedicarse a ello, necesita una función propositiva, es decir formarse en proponer temas para ayudar a construir el poder.
El periodismo tiene un papel importante en la democracia del país».

Bajo una apariencia seria, Jaime de Althaus esconde a una persona con gran sensibilidad y gran pasión cuando habla de su trabajo, su vida y sus proyectos. Se despide con una sonrisa y siempre revisando información que tal vez utilice para una de sus nuevas investigaciones periodísticas.

DATOS

  • Jaime de Althaus Guarderas nació en Lima en 1950.
  • Su programa «La hora N» se transmite diariamente a través de canal N a las nueve de la noche.
  • El periodista también escribe una columna de opinión en el diario «El Comercio».

Nuevos proyectos
Luego del éxito de su último libro «La Revolución Capitalista en el Perú», De Althaus ya piensa en sus dos nuevas publicaciones. La primera es un ensayo referente a la obra de José Carlos Mariátegui y la segunda es un relato sobre la gesta de las rondas campesinas durante la época del terrorismo.

Interesante propuesta
Como abogada, Rosa Maria Palacios era una de las panelistas más solicitadas de «La hora N». Gracias a sus buenas participaciones, De Althaus le propuso la conducción de un programa de corte municipal del entonces CCN, ella aceptó gustosamente.

La vida es un verso

El 21 de marzo se celebró el Día Mundial de la Poesía, una fecha especial en la que
se rindió un merecido homenaje al canto y a la rima.


En algún momento de nuestras vidas hemos requerido de ella, o simplemente la hemos leído e identificado con las expresiones, disyuntivas y respuestas que se brindan en cada una de sus líneas.
Constantemente la hemos necesitado para entender mejor el entorno, y sin duda alguna ha estado presente cuando hemos querido descifrar los códigos de nuestra existencia. Y ahí está la poesía, de manera asonante o consonante, como romance o cantar, incluso como oda o elegía.
Como un guerrero anónimo del que no se sabe su procedencia, pero sí lo que ha realizado, eso sería la poesía en el diccionario personal de quien en algún momento la ha sentido. Ya sea de niño cuando la declamaba en algún lugar o siendo joven y leyéndola frente a compañeros que intentaban comprender la formación lineal y del verso.
El 21 de marzo, como desde hace siete años, gracias a una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y con la intención de culturizar a todos los países acerca de esta expresión, se celebró el Día Mundial de la Poesía. Para entender un poco más sobre uno de los géneros más ricos de la literatura universal, algunos poetas hablan con Redacción sobre el oficio que realizan en medio de la inspiración creadora.

Voz poética.-


Para ser poeta es importante vivir plenamente. Si hubiera un decálogo este sería el código principal. Ello lo pueden decir personas que han formado su vida con un conglomerado de versos.
La fama no es importante para un poeta, sino la dedicación y el esfuerzo que lo hace sentirse pleno, esto lo demuestra José Guillermo Vargas, presidente de la Casa del Poeta Peruano, quien dirige a un conjunto de cultores anónimos que impulsan el amor hacia ella.
«Es un arte que llega profundo a la persona, como una flecha que lo perfora para transformarlo, para hacerlo más hombre, que va hacia el centro del alma para volverlo más humano. Podría decirse que el mundo ha hecho bastante por el poeta y el poeta ha hecho mucho por el mundo», define Vargas.
Para Enrique Verástegui, reconocido poeta peruano de la generación de 1970 y miembro del grupo Hora Zero, «la poesía es amistad, solidaridad, compañerismo, camaradería, amor, todo ello la define».
Hoy se escuchan nuevas voces que invaden el corazón y la mente de muchas personas. Una de ellas es Renato Cisneros, quien se define más como poeta que como periodista, habla de ese universo poético que ha hecho suyo. «Pienso que es una suerte de maldición, una cosa que no es parte del campo de las voluntades, es algo que te llega por diversos motivos, como por una cuestión genética, que aparece de repente».

En su honor.-
Esta conmemoración sirve para impulsar el amor hacia la poesía que «existe porque hay necesidad de que el espíritu se manifieste», explica Cisneros. Cualquiera que tenga un peculiar modo de percibir el mundo puede ser poeta: rico, pobre, cuerdo o loco.
Solo un recuento de aquellos Varela, Vallejo, Heraud, Neruda, Benedetti, Mistral, Whitman y Baudelaire, quienes tan solo con papel y tinta dejaron para la eternidad su obra.


Sabias que:
  • La Conferencia General de la Unesco, realizada entre octubre y noviembre del 2000, decidió proclamar el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía.
  • Este organismo internacional refiere que la poesía es «una necesidad social que impulsa en particular a los jóvenes a volver a las fuentes, constituyendo para ellos un medio de confrontarse consigo mismos, siendo así que el mundo exterior los atrae irresistiblemente».